jueves, 8 de marzo de 2018

MUJER


HOY, UNO DE ESOS DÍAS PARA PENSAR EN LA MUJER


La moda de asignar un día en el calendario para que 'meditemos' sobre una causa en concreto, nos propone que el día ocho de marzo se lo dediquemos a reflexionar sobre la mujer.
No entro al trapo de reivindicación alguna de forma directa. La realidad social nos pone en situación de mirar ampliamente el signo esencial de ser mujer en el mundo.
La maternidad pone un punto y aparte, la mujer lo sabe; el hombre lo intuye, en el mejor de los casos; la sociedad está profundamente dividida ante las culturas de los pueblos que proponen visiones bien diferentes de la mujer respecto del varón.
Para pensar hoy en la mujer dentro de una cultura distinta a la que vivimos como españoles, traigo una película que invita a la reflexión desde una perspectiva cultural e institucional: Gett, el divorcio de Viviane Amsalem.


Las ideas que me asaltan tras ver el film me llevan a compartirlas, en un intento de ordenar las emociones que me suscita el relato.
Me hago eco de la Historia que pone en evidencia un hecho relevante: magia, religión y ciencia tienen mucho andado en el menosprecio hacia la mujer. Queda tanto por hacer por lograr un equilibrio razonable que se antoja tan complejo como imposible, aunque no inviable.
De un tiempo a esta parte, en la cultura occidental la mujer tiene por Ley los mismos derechos y obligaciones que el varón. Es un Principio Constitucional de todo ser Humano que se complica, puesto que nadie puede entrar en la mente de una persona para inculcarle los valores de la convivencia explícitos en las constituciones de los países occidentales democráticos.
La sociedad reclama a sus gobernantes protección ante lo que considera un derecho. Ahora bien, lo mismo se solicita la eutanasia o el aborto con igual desparpajo que se pide la igualdad del varón y la mujer, el derecho a decir, etc. Que no se entienda que intento mezclar churras con merinas. Lo que sucede es que cada individuo busca ‘complacer’ su ego y llega a confundir los deseos considerados legítimos con la realidad del logro trasgrediendo las leyes que no jueguen a su favor.
Ahora bien, por qué se dan estas conductas y cómo llegan a calar en la gente. Nadie está libre de contar entre sus familiares, amigos o conocidos con personas ‘chocantes’ que en un determinado momento se pasan de frenada. Me pregunto si estas personas han mantenido algún comportamiento escolar o familiar que llamase la atención y haya sido disculpado; o, lo que sería peor, la actitud considerada reproblable se obvia y deja pasar.
Aunque hoy confiamos en la Ciencia para lograr una mejora sustancial en el reconocimiento de patologías que acontecen en nuestro cerebro, no es menos cierto que los científicos son partícipes en creencias que han estigmatizado a la mujer, la histeria, por ejemplo.
Por si alguien no lo recuerda, a principios del siglo XX (ayer) se mantenía la creencia llegada de hace tropemil años (1900 antes de Cristo) sobre la histeria y su relación directa con un órgano femenino, el útero.
Patidifuso se queda uno al pensar en tantas mujeres estigmatizadas por una enfermedad que nada tenía que ver con la condición femenina. Y lo verdaderamente significativo es preguntarse el porqué de tal asociación “histeria-mujer”. Máxime cuando se sabe que también el varón la puede padecer. ¿A caso los síntomas en él se disculpaban? Sea como fuere, unos cuantos investigadores en el tiempo se han revelado auténticos misóginos.
Sé que hoy no se espera esta reflexión de la mujer, pero lo que hay en el mundo es lo que tenemos en nuestro país fuera de las Leyes que son en España de las más avanzadas del mundo. Pero...¿se cumplen?
El ejemplo desde diferentes ámbitos públicos y privados vemos que en nuestro país hacen pensar en las Leyes son eso que si puedo me las salto.

La ejemplaridad es la forma de aprendizaje que cala en las sociedades. De modo que si las Leyes están para cumplirlas y, en todo caso, cambiarlas desde la Legalidad ¿de qué estamos hablando?



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